Proyecto Restauración Ametralladora Nordenfelt N°1179

Oscar Andrés Costa De Grossi

La Ametralladora Nordenfelt en el Ejército Nacional

La ametralladora Nordenfelt es una de las primeras ametralladoras mecánicas en servicio en el Mundo.  Esta ametralladora fue diseñada por un ingeniero sueco, pero adoptada y fabricada por el Reino Unido. Representa la solución británica a un nuevo avance en el campo de batalla, que pasa por la Gatling estadounidense, la Mitrailleuse francesa y otros modelos menos conocidos como la Feldl bávara (la cual hay un ejemplar en el Museo Militar).

Ante todo, se debe considerar a las ametralladoras Nordenfelt como un sistema. Se fabricaron en variantes de diverso calibre hasta 25mm, pero todas con las mismas características: varios caños fijos paralelos (de 2 a 10 dependiendo el modelo), y accionamiento por palanca hacia atrás. La alimentación se realizaba por medio de un cargador separado en dos partes: la tolva en la parte superior y el distribuidor en la inferior. Esta última pieza es la que distribuye las municiones a cada uno de los cañones, y tiene la particularidad que, al ser de dos piezas, con sólo cambiar la tolva se puede hacer fuego de forma ininterrumpida. Por lo tanto, la única limitación al fuego es la resistencia física del artillero o el sobrecalentamiento.

No está muy claro la fecha exacta de su entrada en servicio en el Ejército Nacional, pero a partir de la década de 1880 ya se mencionan en inventario. En todo caso, su incorporación significó un hito en el Ejército, pues se estaba adquiriendo un material de punta a nivel mundial. Según el Lic. Alberto Del Pino (una de las principales fuentes utilizadas en el presente artículo), se adquirieron 11 ametralladoras Nordenfelt, citadas en el Anuario estadístico del Uruguay de 1884. Además de entrar en servicio con el Ejército, la Nordenfelt también fue utilizada por la Armada Nacional en sus cañoneras.

Maniobras en Punta Carretas. A la derecha se puede ver una Nordenfelt. Año 1884.

Existe una foto, además, que muestra unas maniobras en Punta Carretas del año 1884, con la presencia del Brigadier General Máximo Santos, Presidente de la República. En dicha foto se puede ver una ametralladora Nordenfelt. Asimismo el autor aclara que las Nordenfelt en servicio son 10 de 5 cañones y una de 4 cañones, ambos modelos en el mismo calibre 11mm que el fusil Remington Rolling Block en dotación. Estas ametralladoras se asignaron a la Artillería, como era doctrina en el Mundo.

A fines del siglo XIX seis Nordenfelt pasan a unidades de Cazadores (Infantería), quedando otras seis como parte del material orgánico del Batallón de Artillería de Plaza, hasta ser sustituidas definitivamente por la ametralladora Colt..

Las ametralladoras Nordenfelt orientales entraron en acción en 1886 durante la Revolución del Quebracho, como parte del armamento de la Artillería de Campaña gubernamental. También participaron en la Revolución de 1897.

Instrucción en el Batallón «Florida», 1° de Cazadores. Año 1901. Puede observarse en el piso las dos piezas del cargador, hoy faltante

Hoy por hoy, según el trabajo de Del Pino, existen únicamente cuatro ametralladoras preservadas en Uruguay, siendo la Nordenfelt 1179, objeto de esta restauración, la única que está montada sobre una cureña de campaña, lo que aumenta aún más su valor patrimonial.

Génesis de un proyecto

La ametralladora sobre la cual se realizó el trabajo de restauración es la N° 1179. Esta ametralladora tiene la particularidad que su cureña corresponde a otra Nordenfelt, concretamente la N° 1178. Esta arma estaba presente, a inicios de la década de 1980, en la fortaleza General Artigas del Cerro de Montevideo, como parte del acervo del Museo. La pieza estaba en muy buen estado, en parte gracias a que se encontraba en el interior del recinto, bajo techo.

Foto de la Nordenfelt 1179. Fortaleza del Cerro, c. 1982

Luego, lamentablemente, esta ametralladora pasa de estar bajo techo a quedar a la intemperie por varios años, lo que hizo que su estado final se deteriorara dramáticamente. Durante este tiempo, vale la pena mencionar que se le hizo algún tipo de mantenimiento como ser pintado total de la ametralladora en color verde, en varias capas, lo cual ayudó a preservar varias piezas. A pesar de esto, luego de varios años, la ametralladora queda en mal estado de conservación.

Estado de la 1179, año 2015

En 2015, el arma se pide a través del Departamento de Estudios Históricos, por sugerencia de AAMMEU para ser restaurada y recuperada. Se había evaluado el estado general de la misma y se definió que a pesar del mal estado en general, la misma podía ser recuperada a su estado original. Con las anuencias de todas las partes se comenzaron los trabajos, los cuales insumieron un tiempo de nueve meses.

El Proceso de Restauración

Una vez arribada el arma al Museo, se procedió a realizar un estudio pormenorizado de cómo se podría restaurar. El equipo de AAMMEU ya poseía experiencia previa en el arma, cuando restauró en 2014 una ametralladora Nordenfelt de 10 caños, pero desde un primer momento se decidió que esta ametralladora podía ser restaurada de forma mucho más exhaustiva. Antes de abrirla y ver los mecanismos se suponía que la misma, al estar tantos años bajo techo, podía tener una recuperación total.

Para restaurar la ametralladora, el equipo de AAMMEU se basó en dos fuentes. En primer lugar, un artículo del Lic. Alberto del Pino para la revista Armas y Letras (que fue utilizado como fuente para este artículo). En dicho artículo se cuenta con valiosa información sobre la utilización de la Nordenfelt por el Ejército Nacional, y lo más importante: una buena cantidad de fotos de época. Por otro lado, se decidió basar la restauración en un modelo similar del Ejército Argentino, conservado en el Museo de Armas de la Nación de Buenos Aires.

Una vez estudiada la documentación se procede a definir los pasos para la restauración. En primer lugar, se definió no realizar ningún tipo de proceso que pueda dañar el arma. Muchas veces se realizan para este tipo de armas procesos como el arenado, que es eficiente para quitar pintura, pero en este caso se definió como contraproducente, pues dañaría gravemente la gran cantidad de partes de bronce que hay. Por lo tanto sería una tarea manual, removiendo y restaurando de forma artesanal y cuidando al máximo todos los componentes de la ametralladora.

Recepción de la pieza y comienzo del desarme

La primera tarea programada fue el desarme de toda la pieza (ametralladora y cureña), para colocarla en tanques con gasoil. Este proceso se realiza para que las piezas se lubriquen nuevamente y puedan volver a moverse como antes, y también para quitar el grueso de la suciedad y óxido. Las piezas quedaron sumergidas en los piletones por más de una semana, hasta que se retomó el trabajo. Una vez retiradas las piezas del gasoil se definió trabajar en dos elementos, la ametralladora por un lado, y la cureña por el otro.

Mientras se procedía con la restauración de la cureña, las ruedas de la misma, que estaban en muy mal estado, fueron llevadas a reparar. Esta labor fue realizada íntegramente por el Departamento de Estudios Históricos en la reparación de las ruedas, realizando una reconstrucción total de las mismas, dejándolas como nuevas.

El Block con los extractores en Gasoil

En la ametralladora pudo comprobarse que, a pesar de estar el arma intacta, los mecanismos internos presentaban bastante oxidación. Sin lugar a dudas se estaba recuperando el arma en el momento correcto. También, el gasoil ayudó a destrabar los mecanismos, que estaban completamente trabados por décadas sin funcionamiento. Es de destacar el estado de los mecanismos de disparo, que estaban muy deteriorados, habiéndose quebrado algunas uñas extractoras por causa de la oxidación.

Se hizo un trabajo cuidadoso en este aspecto, para llevarlos al mejor estado posible. Para un correcto funcionamiento se procedió a cambiar los resortes del mecanismo de disparo.

Estado del Mecanismo de disparo y extracción

También el arma tenía la particularidad que tenía en el exterior varias capas de pintura, tanto en la caja de mecanismos del arma como en los caños. Para retirar dicha pintura se empleó removedor diluido, descartándose otros medios abrasivos y se procedió a limpiar lo superficial con espátula, y luego al llegar al metal con lija fina y lana de acero (Virulana), siempre lubricando con aceite. En algunas piezas más resistentes se contó con herramientas mecánicas.

Labores de despintado

Una vez llevado todo al metal y pulido con lija muy fina se pudo comprobar que el arma tenía varios marcajes de fábrica, todos con símbolos del fabricante y cada pieza con el número de serie 1179. Terminado este proceso se limpiaron los caños, que estaban obstruidos, y se desarmaron las pequeñas piezas del bloque de cierre del mecanismo. Se apartaron todas las piezas de bronce del arma y la cureña y se llevó todo a gasoil nuevamente por algunos días.

Ametrallador, con mecanismos reconstruidos

Una vez retiradas las piezas nuevamente, se procedió a limpiar y solucionar detalles que quedaron. Una vez realizada una revisión general, se procedió al re-armado del conjunto. Primero los mecanismos, para luego ensamblar la totalidad del conjunto del arma. Lo mismo con la cureña. Cabe mencionar que este trabajo tuvo la complejidad de hacer que cada engranaje vuelva a colocarse en su lugar, como una pieza de relojería. Se desarmaron las alzas del arma, las cuales habían sido fijadas con clavos a la misma. Se llevaron a reparar para que puedan moverse y volver a graduarse como antes.

Se definió que a pesar de que ahora la ametralladora estará bajo techo, se le aplicaría una capa fina de anti óxido a la cureña, mientras se definían los colores que se iban a utilizar.

Pintado de la Cureña

El tema del color para pintar el arma generó varias discusiones. El problema que se presentó fue que en realidad todos los documentos gráficos que se poseían eran en blanco y negro. Por lo tanto, se analizaron varios ejemplares existentes en museos del Reino Unido, Australia y Argentina. Luego de varias deliberaciones se decidió tomar como ejemplo el de Argentina (Museo de Armas de la Nación), la cureña se pintaría de verde oliva, la ametralladora iría algunas partes en negro mate, las piezas lustradas se empavonarían, y las piezas de bronce quedarían sin pintar. El color verde elegido para la cureña fue el RAL 6014 del código alemán de 1927. De la misma manera, y para llevar a la Nordenfelt a un estado prácticamente original se procedió a empavonar los caños y la caja de mecanismos.

Proceso de pavonado de las piezas

Luego de terminado la pintura y el pavonado, se procede a rearmar la ametralladora, exhibiéndose el resultado final. Luego de varias décadas, la ametralladora Nordenfelt N° 1179 vuelve a tener el mismo aspecto que tenía cuando se adquirió, en la década de 1880…más de 130 años después. Aún más sorprendente es que los mecanismos del arma al estar intactos y completamente restaurados permiten, si así se lo requiere, hacer fuego nuevamente.

Antes y Después

Conclusiones

Luego de la restauración la pieza forma parte del acervo del Museo Militar “18 de Mayo de 1811” (calles Soriano y Paraguay, Sede del Departamento de Estudios Históricos). Sin lugar a dudas la restauración de la Nordenfelt muestra al público una época dorada de la fuerza, y ayuda a que se conozca el empleo de las primeras ametralladoras en el Ejército.

Es de destacar el apoyo recibido por el Agregado Militar del Ejército Argentino, el Cnel. Baretto que hizo las gestiones para que se haga una donación de un cargador/tolva de la ametralladora. Se concurrió especialmente al Museo de Armas de la Nación en Buenos Aires para ver el cargador que tienen ellos allí. Se le pasó las medidas al Cnel. Baretto y a gracias a sus gestiones se construyó en uno de los batallones de arsenales del Ejército Argentino una réplica exacta del cargador.

Bien se puede decir que gracias a estas gestiones de una nación hermana se pudo lograr la restauración de esta pieza Nordenfelt, que sin dudas está dentro de las más completas y en mejor estado del Mundo.

La ametralladora con su aspecto final, completa con su cargador

Hay posibilidades de que pueda realizarse una muestra del funcionamiento del arma con municiones de fogueo, que sirva para mostrar Historia Viva y que pueda comprenderse la doctrina de uso de ese tipo de armas.

Desde AAMMEU, ha sido un orgullo poder participar en esta restauración, y poder colaborar con el patrimonio del Ejército Nacional, contribuyendo a difundir nuestra Historia Militar y acercándola a la sociedad.

Fuentes

  • Del Pino, Alberto. “La Ametralladora Nordenfelt y su uso en el Ejército Nacional”. Revista Armas y Letras, pp. 139-158. Montevideo, Enero de 2008.
  • Manual de la Ametralladora Nordenfelt. “Handbook Of The 0.45 Inch 5 Barrel Nordenfelt Guns, Marks I and II”, Londres, 1888.
  • Documentación Gráfica. Museos Reino Unido, Australia, Argentina, Brasil y Uruguay.
  • Museo de Armas de La Nación Tte. Gral. Pablo Riccheri. Visitas realizadas.
  • Internet

Agradecimientos

A los Jefes del Dpto. Estudios Históricos del Estado Mayor del Ejército que nos brindaron incondicional apoyo, al Lic. Alberto del Pino Menck por sus valiosos aportes y especialmente al Cnel. Juan Baretto del Ejército Argentino por haber ayudado desinteresadamente a completar esta restauración, haciendo las gestiones entre las dos instituciones de países hermanos.

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