Alfredo Köncke Miranda
Luego de alcanzar la independencia en 1825 nuestro País inició el camino hacia la consolidación de un estado soberano, el cuál se vio entorpecido pocos años después de aquel hecho fundamental por múltiples conflictos promovidos por los líderes de los partidos políticos fundacionales , sumado a causas exógenas.
Dichos conflictos fueron dejando en el transcurrir del Siglo XIX y como mudo testimonio de lo sucedido, infinidad de armas de fuego de muy diferentes orígenes y sistemas.
Tanto la Guerra de Secesión en Estados Unidos de Norteamérica (1861-1865), como la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), llevada a cabo por las fuerzas militares de Argentina, Brasil y Uruguay contra las de Paraguay , hicieron posible la llegada de armas portátiles a nuestro territorio siendo la mayoría procedentes de Brasil.
Paralelamente a estas introducciones existieron por parte de las autoridades nacionales compras de armas sobre las cuales hay muy poca o casi ninguna información.
También de Argentina llegaron muchas armas y municiones, fundamentalmente para los alzamientos y revoluciones acaecidos en la segunda mitad del Siglo XIX y principios del XX.
Por otro lado debemos tener en cuenta las importaciones de armas tanto civiles como militares llevadas a cabo por comercios establecidos que operaban en ese ramo.
Lo expuesto se traduce en un patrimonio histórico de importancia por su multiplicidad de orígenes y sistemas, ya que fue en el Siglo XIX cuando se introdujeron los adelantos tecnológicos que se emplearon en la industria armera hasta bien entrado el Siglo XX.
De la parafernalia de marcas, sistemas y orígenes, hemos elegido para este estudio la línea de revólveres ingleses Tranter, que si bien no fueron de uso muy común, se destacaban por su excelente calidad y su permanente evolución en pos de mejorar su desempeño.
Para este trabajo nos referiremos solamente a los ejemplares localizados en nuestro País en diferentes colecciones y no al total de los modelos producidos por la firma inglesa.
Por tal motivo presentaremos los modelos de percusión, Lip Fire y fuego central.
William Tranter nació en 1816 en Oldbury , Worcestershire y falleció a los 73 años en Birmingham, Inglaterra.
A la edad de catorce años, en 1830, se empleó en la firma Hollis Bros & Company, de Birmingham, donde obtuvo sólidos conocimientos en procesos de fabricación metal mecánicos, hasta su retiro de la empresa nueve años después.
Dando inicio a su carrera como empresario y gracias a una modesta herencia, Tranter adquirió la firma de Robert Dugart, también de Birmingham, en la cual se producían escopetas, pistolas y todo tipo de partes, piezas y accesorios para armas.
En reconocimiento a la excelencia de los productos fabricados, la empresa ganó renombre y creció notablemente, por lo que en 1851 se mudó al distrito de los armeros de Birmingham, con el nombre de William Tranter Gun and Pistol Maker.
Allí produjeron, bajo licencia del armero británico Robert Adams cinco mil revólveres de percusión, algunos de los cuales utilizaban el sistema patentado por James Kerr, una modificación del mecanismo del gatillo.
En 1853 Tranter introdujo en el mercado un nuevo revólver, basado en una armazón Adams modificada cuyas primeras series anteponían al número la letra A y luego al ser de fabricación propia la letra T.
Continuando sus desarrollos, en 1856 la empresa lanzó al mercado un nuevo revolver de percusión y doble acción con la particularidad de tener dos gatillos. El inferior montaba el martillo y el superior efectuaba el disparo. Para fuego rápido se debían presionarse ambos gatillos al unísono.
Este modelo aparentemente se ajusta a un revólver Tranter de la Colección Licandro.
Es evidente que dada la utilización por parte de Tranter de marcos fabricados por Adams, es muy difícil determinar con exactitud el modelo de algunos ejemplares.
Tal sería el caso del mencionado anteriormente, que correspondería al modelo 1851 Adams/Beaumont, con la estampa “Adam’s Patent Nº 26” en la parte inferior del lado derecho del marco y la palanca de comprimir la carga correspondiente al modelo.
Sin embargo, presenta el martillo de Tranter y doble gatillo como el modelo 1856 y el muelle lateral del lado derecho en forma de J como los Adams.
Por lo expuesto, consideramos este ejemplar como un interesante modelo de transición. Su calibre es .44 aunque también se fabricaba en calibre .36
Como ya vimos, en 1856 Tranter lanza al mercado el nuevo revólver con el doble gatillo, con un marco de diseño propio y con un nuevo posicionamiento de la palanca de compresión de la carga.
Entre los años 1853 y 1856 se producen variantes en los modelos de revólveres Tranter, siendo difícil determinar el orden numérico otorgado por la fábrica a cada uno de los mismos.
La clasificación que hacen las publicaciones y distintos autores sobre el tema hacen aún más engorrosa la tarea de el otorgarles el correcto número al modelo, fuera de clasificarlos dentro de determinado año.
Según algunas fuentes, el modelo doble acción con doble gatillo recién aparece en 1856.
Según el libro “The Illustrated Encyclopedia of Pistol and Revolvers” del Mayor Frederick Myatt del Marine Corps, Editorial Salamander, Londres, el modelo de doble gatillo apareció y fue patentado en 1853 y este autor lo divide en tres modelos con diferencias no sustanciales.
Del primer modelo en calibre .44 de la colección Licandro, no conocemos ningún otro revólver en nuestro país, siendo los ejemplares estudiados del segundo y tercer modelo, pertenecientes a la colección del autor.
Todos los revólveres Tranter estaban provistos de una palanca diseñada para efectuar la compresión de la carga ubicada apropiadamente dentro del tambor. Dicha palanca sufrió variaciones a través de los distintos modelos lo cual fue aprovechado para clasificarlos.
Entre el primer y segundo modelo la diferencia estriba en no solo en la forma de la palanca sino que en el primero de ellos la misma actuaba separada del arma, por lo que requería colocarla en un perno al efecto fijado en la caja del revólver y luego de su uso se retiraba.
Esta maniobra era razonable en tiro al blanco pero impracticable en servicio activo , sumado el peligro de perderla.
El segundo modelo constituyó un compromiso en relación al primero, ya que la palanca se encontraba fija en el perno de giro y se podía disparar el arma sin riesgo de perderla y al mismo tiempo si se giraba hacia arriba zafaba de su alojamiento y se podía retirar.
Este modelo de revolver probó en la práctica ser rápido y sencillo por lo que estuvo largo tiempo en servicio.
Nuevamente el tercer modelo presenta cambios con relación a su antecesor, fundamentalmente referidos a la palanca de atacar.
La misma está unida al armazón del revólver por un sólido tornillo solamente removible mediante destornillador, tiene un perfil algo distinto y la pieza de atacar es pivotante y no fija como en el modelo precedente.
Otra diferencia la constituye el fleje de retención del eje removible del tambor. Mientras que en el primer y segundo modelo se opera sobre el mismo, en este modelo es a través de un botón.
Es de notar también un ángulo distinto de la empuñadura con relación a los modelos anteriores.
Es notorio el parecido entre los revólveres fabricados por Adams y Tranter. Como ya vimos estos últimos utilizaron durante un tiempo armazones modificadas fabricadas por Adams bajo licencia y cuando esta empresa no pudo satisfacer la demanda del mercado, recurrió a Tranter para la fabricación.
El tercer modelo se fabricó en varios calibres, fue el último revólver de percusión con doble gatillo producido por la fábrica Tranter y dio paso al cuarto modelo de 1858, también de percusión, doble acción y gatillo simple, del cual no hemos registrado existencia en nuestro País. Fue el último modelo de percusión de Tranter ante el advenimiento de los cartuchos metálicos.
Por otro lado, Tranter no abandonó el sistema de fundición integral de la caja de hierro maleable con el cañón incorporado por considerarlo muy fiable y por lo tanto siguió pagando a Adams una licencia hasta el vencimiento de la patente en 1865.
Durante la Guerra de Secesión, 1861-1865, en Estados Unidos de Norte América hicieron su aparición oficial los cartuchos metálicos en variedad de calibres y sistemas los cuales se aplicaron a diferentes tipos de armas , fundamentalmente a las portátiles.
No obstante ello , muchos usuarios se mantuvieron fieles a las armas de percusión por considerarlas muy seguras y su munición era más económica que los cartuchos metálicos.
En 1863, Tranter obtuvo en Inglaterra la patente de cartuchos de fuego anular o Rim Fire y comenzó la fabricación de revólveres para los nuevos cartuchos, utilizando para ellos el mismo marco integral y mecanismo de disparo que los usados en los modelos anteriores.
No solo se fabricaron revólveres para cartuchos Rim Fire en varios calibres sino que en ese año se produjeron también para cartuchos Lip Fire en calibre .44.
El cartucho así nombrado mostraba en una parte de su periferia una protuberancia donde se encontraba el fulminante, que se alojaba en un orificio rectangular practicado en el tambor del revólver del cual sobresalía y donde recibía el golpe del martillo para provocar el disparo del arma.
El único ejemplar en calibre .44 Allen Lip Fire, registrado hasta ahora, lleva estampado el Nº 5724 y forma parte de la colección de Gustavo Licandro.
Con el desarrollo de los cartuchos Rim Fire y Central Fire, William Tranter diseñó un nuevo revólver de doble acción más adecuado para los mismos por su solidez.
Dicha arma, protegida por la Patente 285 del 28 de Enero de 1868 era en realidad un diseño básico, el cual constituyó la primera producción masiva de revólveres para diferentes usos en distintos tamaños y en variedad de calibres Rim Fire y Center Fire.
Así, para calibre .320 RF y .380 CF se utilizaba la caja más chica y tambor para cinco proyectiles. Para calibre .440 CF, .450 CF, .442 RF y por supuesto para el .500 CF la caja más grande de cinco o seis alvéolos.
Todas estas variantes repetían el diseño básico en cuanto al mecanismo de disparo, acceso del proyectil al tambor y extracción de la vaina disparada.
El revólver Tranter en calibre .440 CF, de 8 Pulgadas de largo de cañón y tambor para seis proyectiles, de gran rareza por lo escaso, fue encargado por el Ejército Argentino y tenía el cuño EN del lado izquierdo. El ejemplar número 51739 de la foto anterior no lo tiene.
Es de nuestro conocimiento el hecho de que en nuestro País existen en varias colecciones otros revólveres fabricados por la firma William Tranter, que en su momento tuvimos la oportunidad de ver, pero que actualmente por diversas situaciones no hemos podido acceder a ellos para su estudio.
Agradecimientos
Gustavo Licandro
Ing.Agr.Rafael Mujica – diagramación
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